domingo, 1 de marzo de 2009

Por un Movimiento Crítico del Teatro para Niños y Jóvenes


I

¿ Cómo superar la marginación cuando no el olvido en que tienen los medios de información al Teatro para Niños y Jóvenes (TPNJ)? ¿ Qué hacer para convertirlo en artículo de primera necesidad indispensable para el desarrollo sostenible de los pueblos? ¿ Cómo inaugurar la gran cruzada latinoamericana de intercambio permanente de nuestros esfuerzos? ¿ Cómo en fin hacer para que los gobiernos tomen conciencia de que un pueblo sin TPNJ es una colectividad sin posibilidades de afirmar valores, de robustecer la resiliencia, de enriquecer los mecanismos de reflexión para la acción tranformadora de la realidad que toda nueva generación debe emprender? Voy cerrando el libro de mi vida y las respuestas a estas interrogantes las siento ausentes siendo como son urgentes. Veo por el contrario, afirmarse una tendencia mercantilista e inmediatista que busca solamente el buen éxito circunstancial basado en lo lucrativo que pueda llegar a ser un espectáculo “florisciente”. Barbie invade la imaginación de nuestros niños, los argumentos del cine y los personajes de la televisión pasan sin tamiz ni crítica alguna a convertirse en espectáculos teatrales, sin poder superar el encanto que el cine les confiere, es el teatro el que finalmente pierde, aunque haya ganado muchos asistentes, pues todos ellos saldrán desilusionados de lo que han presenciado y no querrán volver más a ver una representación escénica.
Debemos recuperar la conciencia y la praxis de que el TPNJ es ante todo un arte y que, como todo arte riguroso reclama una técnica depurada y un cuidadoso proceso de producción de sentido. Laborioso proceso creativo, donde al comienzo se intuye pero no está definido el producto final. Éste va lográndose gradualmente durante los muchos ensayos, en cada uno de los cuales se prueba, se busca o se encuentra, se rechaza o se acepta, se repite hasta el cansancio y se van fijando los hallazgos, hasta sentir que podemos llevar al estreno una obra que no es más que la demostración de un nivel aceptable en la escala de perfeccionamiento a que nos obliga la producción de una obra de TPNJ. No hay perdón ni absolución para los que eligen erradamente, por apresuramiento, un nivel que lleve al público a presenciar como acabado aquello que aun le falta madurar. Bien sabemos que una obra vista en el estreno siempre puede ser mejorada por contacto con el público activo y participante que son los niños y los jóvenes.
II. ¿ A qué teatro les interesa asistir a los niños y a los jóvenes?

Hay una caracterísica del teatro como proceso de comunicación que comprende también al TPNJ: la fuente del mensaje es su destinatario. Llegamos a niños y jóvenes si sintonizamos con sus verdaderos intereses y se los proponemos activamente. No niego que por estar encerrados en la jaula de la sociedad de consumo se vean atraidos por lo que la publicidad les impone, pero en el fondo de todos ellos hay inquietudes, requerimientos que debemos saber descubrir y atender con la sensibilidad pedagógica que es propia del artista de TPNJ. Debemos considerar la extracción de nuestro público, los problemas que les plantea el colectivo en el que vivimos, su poder adquisitivo, sus intereses recreacionales; y a partir de esto, plantearles explicaciones o dilemas que estimulen su nivel crítico. Actuemos para niños y jóvenes pensantes y sensibles y no para pueriles criaturas que reirán y aplaudirán superficialidades. Hagamos de cada uno de nuestros montajes un desafío a nuestra capacidad de renovación de las formas teatrales y de develación de los mecanismos sociales de alienamiento de la sensibilidad. No saben qué hermoso es escuchar de parte de nuestros espectadores muchos años después ya en la plenitud, cuando reconocen que con nosotros y por nosotros aprendieron apreciar el arte como una forma divertida de reflexionar la sociedad. Para conseguirlo nos tenemos que sumergir en nuestra cultura y vincularnos con las otras artes no escénicas para armonizar sus respuestas a los requerimientos de la colectividad y de nuestra situación sociopolítica. También hay que establecer paralelos con las expresiones de otras sociedades similares y con el movimiento teatral mundial y sus corrientes. No para imitarlas o sentirnos disminuidos ante ellas sino para ubicarnos mejor en el camino confrontando respuestas y creando, siempre creando las nuestras.

III. Descentralización Teatral

Lima, la capital del Perú, no es una población unitaria. Hoy se confrontan teatros del centro y de la periferia. En distritos, como Villa El Salvador funcionan grupos que tienen locales propios que los grupos del centro no tienen. Vichama y Arena y Esteras, entre otros, realizan múltiples labores de proyección a su comunidad, que exceden en significación y regularidad a las de cualquier grupo u organización cultural del centro de Lima. Permanentemente se realizan Festivales y Seminarios nacionales e internacionales en los conos de la capital. Y atenta contra el crecimiento del TPNJ que este teatro y el que se viene haciendo en otras regiones del país no se conozca. Es verdad que tenemos cumplidos más de treinta años de esa gran reunión nacional que es la Muestra Nacional de Teatro, que ahora está incluyendo los mejores montajes de TPNJ, y que cada Muestra Nacional es antecedida por Muestras Regionales de selección y de un Taller Nacional de intenciones de actualización formativa; pero no es suficiente para la continuidad e integración de los esfuerzos. No hay intercambio regular de obras entre los grupos. Y nuestro territorio nacional da para giras continuas que se desperdician por falta de un mecanismo de organización de intercambios teatrales.

IV. La Producción Teatral

¿Cómo intentar un movimiento sin el imprescindible apoyo financiero? Son contadas las instituciones que brindan este apoyo y espacios de representación. El Centro Cultural de España, el ICPNA, la Alianza Francesa, el Cultural Peruano Británico no bastan, y las producciones se hacen deficientes por falta de medios económicos porque no todo se resuelve con imaginación.

Es importante que aparezcan nuevos grupos que aireen el ambiente, como es el caso de Tárbol y de Infinito Por Ciento, pujantes agrupaciones que trabajan el títere para todas las edades. Alberto Ísola y Celeste Viale han formado Cola de Cometa, una asociación para hacer TPNJ desafiante y renovador de enfoques y tramas. Siguen los Encuentros escolares Paco Yunque y es fecunda y constante la labor de Willy Pinto, en Maguey. Y de Myriam Reátegui en el Centro Cultural Nosotros y en la ASSITEJ del Perú. Pero son pocas golondrinas y el verano de la plenitud no llega.

V. La formación de los especialistas y el ejercicio crítico

En la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático (ENSAD) se viene desarrollando Ciclos de Complementación con actores de trayectoria, para especializarlos en Teatro y Educación. La Asociación Nacional de Drama/Teatro y Educación del Perú (ANDE: Perú) afiliada a la Asociación Internacional de Drama/Teatro y Educación(IDEA, por s.s. en i.) y la ASSITEJ Perú, son nuestras puertas principales de apertura al teatro para niños y jóvenes en el mundo. Todo eso airea y amplía las posibilidades de crecimiento teatral.
Este delicado rubro requeriría de un análisis de corrientes expresivo-creativas en el Perú y en el Mundo y obligaría a enfoques glocales, como se acostumbra a denominar hoy a los análisis que hablan de fenómenos globales pero los concentran en sus manifestaciones locales. Y el análisis propuesto debería comprender al teatro de títeres, a la pantomima y a la narración oral. Pero, no hay críticos de TPNJ, ni espacios de información explícitos. No tenemos capacidad para manejar una cadena de información, completamente factible de establecer por la red en esta época de comunicaciones en tiempo real.

El teatro lo hacen seres humanos comprometidos con su sociedad a través de sus obras. Hay una íntima relación Obra/Contexto y Artista/Sociedad. Y uno de los puntos cruciales del análisis evaluativo de las obras de TPNJ pasa inevitablemente por el significado de éstas para la sociedad peruana en construcción, para la reafirmación de los valores humanísticos y humanitarios en nuestra sociedad. ¿Qué vacíos o carencias culturales han venido a llenar las puestas en escena?.. Carecemos de referenciales que nos permitan mirar con los ojos de la historia.

Dejar de lado al teatro que forma al buen público exigente, que contribuye a la afirmación social de los niños y púberes, que hace tanto por el ejercicio de valores, el buen decir y las virtudes cívicas es una de las más claras deficiencias de nuestro ejercicio crítico.

Y también pertenece a este rubro, en el campo de lo que llamaremos las manifestaciones parateatrales, las aplicaciones del teatro en la educación, en la empresa, en las terapias de recuperación de la homeostasis y de fortalecimiento de la resiliencia, reconocido por la Organización Panamericana de la Salud como una de las prácticas válidas para la superación personal.

Porque tenemos fe en el TPNJ y clara conciencia de que es una fuente de identidad, renovación y crecimiento para todos los seres humanos, para el teatro en general y para el enriquecimiento de nuestros valores culturales proponemos a los hombres y mujeres de las artes escénicas de nuestra patria integrarse en un movimiento crítico de su ejercicio.

Fraternalmente
El Consueta

1 comentario:

  1. HOLA, AMIGOS DE ASSITEJ PERU. MI NOMBRE ES ÒSCAR SPINOLA. HAGO TEATRO DESDE MUCHOS AÑOS Y EN ESPCIAL TEATRO PARA NIÑOS. RECIENTEMENTE HE ESCRITO UNA OBRA DE TEATRO INFANTIL "PYLLPINTIHUAYTA, LA FLOR VOLANDERA" SOBRE UNA LEYENDA LAMBAYECANA DEL ORIGEN DE LA MARIPOSA;ESTA OBRA GANO EL SEGUNDO PUESTO EN EL 1o. CONCURSO DE DRAMATURGIA LAMBAYECANA Y FUE EDITADA POR LA UNIVERSIDAD SEÑOR DE SIPAN.
    GRACIAS POR LEER ESTE COMENTARIO Y ESPERO PODER ESTAR SIEMPRE EN CONTACTO CON UDS.

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